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Pati García de Dressy.gt
Masters, en este episodio conversamos con Pati García de Dressy.gt sobre cómo emprender cuando no tienes nada y posicionar una marca en redes sociales.

Dressy nació de un deseo y una oportunidad. |
En este episodio de la tercera temporada en MB Podcast, su director Marcel Barascout, platicó con Pati García, fundadora de Dressy, una tienda de ropa de mujer, sobre sus inicios, sus motivaciones y cómo cada crisis que enfrentó la convirtió en una oportunidad para llegar a ser una exitosa emprendedores que está en la jugada. Pati habló de consejos para los negocios, cómo posicionó su marca desde cero, el manejo de un e-commerce, la importancia de involucrar a sus clientes en las redes sociales y de los retos y tropiezos que ha enfrentado para llegar a ser una empresa con más de 250 mil seguidores en Instagram.
Hace siete años empezó Dressy como una idea de hacer algo y no para crear el monstruo que es ahora. Pati creció en una familia de comerciantes, donde le enseñaron a trabajar y a ser responsable con el dinero. Comprendió que las mujeres debían hacer algo para ganarse su sustento, porque una mujer pobre es el doble de discriminada.
No todo lo que entra en el negocio es ganancia; tener un emprendimiento implica trabajar duro; y se debe tener un salario. |
Dressy nació de un deseo y una oportunidad. Pati quería unos aretes, pero se dio cuenta de que eran más baratos por docena. Así que empezó a venderlos a sus compañeras de clase. Su madre, sabiamente, le advirtió que la ganancia no era suya, y que debía invertirla. Luego, se fueron sumando otros artículos; al mismo tiempo, notó que sus clientas querían productos, pero no tenían dinero, por lo que se los vendió en cuotas.
El siguiente paso fue abrir un local en el mercado, y, aprendió que no es buena administradora y que no todo lo que entra en el negocio es ganancia; tener un emprendimiento implica trabajar duro; y se debe tener un salario.
La primera crisis fue cuando su hermana, su apoyo en ventas, se fue. Fue un duro golpe y hasta cambió de nombre al negocio; quería renovarse. Además, se asoció con su familia, porque necesitaba orden en la logística y administración.
Ser la primera en algo tiene ventajas, aunque tuvo problemas: nadie compraba en línea, no había repartidores, desconfiaban de los pagos y de las entregas. Sin embargo, las crisis le han dejado enseñanzas y la obligan a moverse. Consiguió un mensajero; hoy tiene veinte.
El siguiente paso fue importar por Amazon. Todo lo vendía antes de recibirlo. Sabía quién era su mercado, porque pensaba: “Si yo lo necesito, alguien más lo necesita”: las chavas que querían cosas y no podían pagar, así que resolvía con cuotas; aunque el crédito hay que dejárselo a los expertos y trabajar con dinero de otros.
Las crisis le han dejado enseñanzas y la obligan a moverse. |
Su siguiente crisis fueron las extorsiones, así que cerró el local y comenzó a vender en las redes sociales y a contratar colaboradores y, al mismo tiempo, a formalizar la importación de artículos que la gente no necesitaba, pero sí quería. En 2018 salió en Instagram y ahí logró hacer clic con los clientes, porque la gente quiere ser parte de su vida. Lo que hizo fue poner una chava normal, ella misma, detrás de Dressy y eso hizo la diferencia, porque ahora sus clientes son parte de la marca.
Creó una cultura y no se había dado cuenta lo exitosa que era, porque trabajaba todo el día. Entonces, se volvió agradecida con la vida y se considera auténtica y lo muestra en Dressy. Pati dice que los retos son oportunidades. Tratan de diferenciarse, porque en Dressy hacen cambios y devoluciones, tienen políticas claras y piensan en la atención al cliente. Finalmente, compartió que todos los días se levanta pensando en qué va a hacer ese día que no están haciendo otras personas. Invitó a seguirla en las redes sociales como @dressy.gt y @patiperonocantu.